☐ Caspa de mascotas y animales
☐ Polvo y ácaros del polvo
☐ Olores de la cocina
☐ Humo de tabaco o de fuego
☐ Heces de cucarachas
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☐ Ejercicio o actividad física
☐ Cambios de clima (frío, calor, viento, tormentas, humedad o aire seco)
☐ Resfriados o gripe (virus respiratorios o infecciones bacterianas)
☐ Humedad o moho (como el de las tuberías con pérdidas)
☐ Reflujo ácido
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☐ Polen de plantas y árboles
☐ Olores fuertes (como velas aromáticas o productos de cuidado personal)
☐ Aerosoles (como laca para el cabello, insecticidas o limpiadores)
☐ Gases de combustión de automóviles y camiones
☐ Emociones intensas (como llanto, risa, enojo o estrés)
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