Cuidados en el hogar

• Tome los medicamentos exactamente como le indiquen. No omita ninguna dosis. Tome los antibióticos como le indiquen hasta que se terminen, aun cuando comience a sentirse mejor. Esto evitará que la neumonía reaparezca.

• Tome abundante agua a diario, a menos que le indiquen lo contrario. Esto puede ayudar a aflojar y ablandar la mucosidad pulmonar para poder expulsarla al toser.

• Utilice un humidificador de vapor frío en su habitación. Limpie el humidificador todos los días.

• No tome medicamentos para tratar la tos, a menos que la tos sea demasiado seca, le produzca dolor o le impida dormir. La expulsión de mucosidad al toser es normal. Ayuda a su recuperación. Puede usar un expectorante si su proveedor de atención médica lo permite.

• Puede usar compresas tibias o una almohadilla eléctrica graduada en el nivel más bajo para aliviar el malestar en el pecho. Hágalo varias veces al día durante períodos cortos. Para prevenir lesiones a su piel, asegúrese de que la temperatura de las compresas o la almohadilla sea tibia y no caliente. No ponga la compresa o la almohadilla directamente sobre la piel. Asegúrese de que tenga una cubierta o envuélvala en una toalla. Eso se hace para prevenir las quemaduras en la piel.

• Descanse lo suficiente hasta que la fiebre, la falta de aliento y el dolor en el pecho desaparezcan.

• Planifique vacunarse contra la gripe todos los años. La gripe suele ser una causa común de la neumonía. Recibir una vacuna contra la gripe todos los años puede ayudar a prevenir tanto la gripe como la neumonía.

La vacuna antineumocócica

Hable con su proveedor de atención médica acerca de la vacuna antineumocócica. Hay dos tipos de vacunas contra la neumonía. Es posible que necesite las dos. La neumonía neumocócica es causada por una bacteria que se transmite de persona a persona. Esta puede causar problemas menores, como infecciones de los oídos. Pero también puede convertirse en las siguientes enfermedades potencialmente mortales:

• Infección de los pulmones (neumonía)

• Infección del tejido que rodea el encéfalo y la médula espinal (meningitis)

• Infección en la sangre (bacteriemia)

Entre las personas con mayor riesgo de padecer una enfermedad neumocócica, se incluyen las siguientes: 

• Niños menores de 2 años

• Adultos mayores de 65 años

• Personas con determinadas afecciones

• Fumadores

La vacuna puede ayudar a prevenir la enfermedad neumocócica tanto en adultos como en niños. Algunas personas no se deberían poner la vacuna. Asegúrese de preguntarle a su proveedor de atención médica si usted se debe poner la vacuna. 

Visita de seguimiento

Programe una visita de control según le hayan indicado.

Cuándo llamar al proveedor de atención médica

Llame de inmediato al proveedor de atención médica si nota alguno de los siguientes síntomas:

• Fiebre de 100.4 °F ( 38 °C) o superior

• Secreción pulmonar (mucosidad) amarillenta, verdosa, con sangre o maloliente

• Mucosidad excesiva

• Vómitos

• Síntomas que empeoran

• Síntomas nuevos

Cuándo llamar al  911

Llame al 911 de inmediato si tiene cualquiera de los siguientes síntomas:

• Dolor en el pecho

• Dificultad para respirar

• Color azulado, violeta o gris en los labios o en las uñas

• Sensación de muerte

• Sensación de desmayo o mareos

• Dificultades para hablar